Desde la habitación llega un olor a mujer desnuda
yo continúo cabeceando como arena la noche:
La llave que es el verso libre
Despeja el misterio.
Como viento de otoño, en sus colores cibernéticos,
busca unas manos que sobre las sábilas describan
el vuelo de las piedras
el canto del triste en el vino
Y que desde “la luna reposada en su lengua”
persiga la forma de la vida,
aún cuando “el verso nervioso”
huye por un lago tranquilo
interrogando aquel “cisne blanco”